miércoles, 26 de diciembre de 2012

Ricardo Isasa: mercado firme y US$ 3,75 en negocios de punta



En diálogo con el programa Hora del Campo el viernes 21 de diciembre, el consignatario Ricardo Isasa confirmó que ha existido negocios por novillos a US$ 3,75 por kg, negocios con flete corto y plazo. Isasa dijo que el mercado está muy firme y ávido con la industria pidiendo ganados buenos.
Para el operador, las generosas lluvias que se dieron en algunas regiones actuaron sobre la decisión vendedora de los productores que optaron por agregarle más kilos a sus ganados.
Para Ricardo Isasa, la opinión generalizada en los operadores es que se vendió mucho ganado en noviembre, inclusive sin la terminación adecuada, lo que atrasó las invernadas y hoy falta ganado gordo.
Sobre el remate de Pantalla Uruguay, dijo que se mostró muy fluido con alto porcentaje de colocación. Para el martillero, puede haber faltado algo de valor en la vaca de invernar, aunque la oferta estaba distante de la demanda y eso encarece la operativa con los fletes. Isasa destacó el valor logrado por las piezas de cría. Agregó que la demanda se focaliza en las zonas donde las llovió mejor. Sostuvo también que han aparecido compradores desde las zona agrícolas.


La vida enseña



Las cosas no son tan simples...... ni tan complicadas. La experiencia que otorgan los años y el sentido común  resultan suficientes  para  no dejarse llevar por las masas eufóricas en un mundo donde parece que todo se puede, aún a costa de hipotecar el futuro. Los extremos  suelen generar excesos, y una dosis de prudencia es recomendable para evitar males mayores. Podrían ser estas las conclusiones luego de escuchar a 2 campesinos ancianos, que entrevistados en España en el 2007, alertaron sobre la crisis que  hoy vive su país. Ver video

martes, 18 de diciembre de 2012

Compleja negociación Brasil-Rusia


Si bien no consiguió obtener  el fin del embargo ruso contra las carnes de Paraná, Río Grande del Sur y Mato Grosso, la visita de la presidente Dilma Rousseff a  Moscú, la semana pasada, por lo menos evitó el cierre de mercados también para productores que continúan exportando a aquel país.
Para revocar el embargo sobre las carnes de esos tres estados, las autoridades rusas dejaron en claro a Rousseff, que depende de el Brasil cumplir con las exigencias impuestas por Moscú. Una de ellas fue una garantía adicional de que la carne suina exportada para Rusia no contenga ractopamina, un aditivo usado para el engorde. También para los bovinos, Brasil se compromete a no vender carnes  con uso de otros betagonistas, clase de mejoradores de desempeño que también incluyen el clorhidrato de zilpaterol.
Esta exigencia contra los betagonistas, no tiene relación con el embargo contra los tres estados, vale para todo Brasil.
La semana pasada, la exportación de los estados autorizados quedó suspendida porque Brasil decía que no tenía como conceder certificados con la dimensión de las exigencias de Rusia. Este punto  fue resuelto por un acuerdo revelado por el diario “Valor” la semana pasada. Brasil incluirá en el certificado una declaración adicional y laudos de laboratorios corroborando que la carne vendida para Rusia es libre de ractopamina. Con eso, los únicos cuatro frigoríficos de San Pablo, Goías, Minas Gerais y Santa Catarina que están exportando suinos para el mercado ruso quedan libres de la  amenaza de quedar con la ventas prohibidas.
Las ventas deberían ser retomadas el sábado, dependiendo de la implementación de la documentación del Ministerio de Agricultura. Pero el fin del embargo contra los tres estados y los esfuerzos para que los riesgos sean evitados por la producción del resto del país, dependerá también de la inspección a plantas exportadoras de Brasil. La tercera condicionante es el funcionamiento del sistema segregado de producción, que separa los suinos y el ganado producido sin betagonistas.
Una misión veterinaria rusa estará en Brasil en el primer trimestre de 2013, la última vez los rusos visitaron 20 frigoríficos.
La presencia de la presidente Dilma en Moscú ayudo a los técnicos a desmontar otro riesgo, “por el momento”, de que Rusia restrinja la entrada de carne bovina en razón del caso “no clásico” de vaca loca confirmado en Paraná.
Pero Rusia, posicionado como el mercado más importante para la carne bovina brasilera, exigió documentos adicionales a Brasilia, especialmente sobre test de vaca loca en los últimos años. Los rusos son los mayores compradores de carne bovina brasilera, mucho más importantes que los países que ya decidieron frenar el ingreso del prooducto por causa del episodio (Japón, China y África del Sur) juntos.
El sector privado reaccionó al resultado de la visita con un sentimiento mixto. Para Pedro Camargo Neto, presidente de la Asociación Brasilera de la Industria  Productora y Exportadora  de Carne Suina (Abipecs), ella  “evitó un retroceso, pero no avanzó con la solución para el embargo de los tres estados”.
Para Camargo Neto, presente en Moscú, el embargo nunca fue causado por cuestiones técnicas. “La salud pública y animal de las carnes de esos tres estados es indiscutible. El embargo siempre fue burocrático-comercial y perdura hasta hoy por el atraso del Ministerio de Agricultura en responder formalmente todos los cuestionamientos de los rusos .Los atrasos fueron una constante en esos 18 meses y finalmente, pocos días antes de la llegada de la presidente, el Ministerio de Agricultura entregó todos los documentos faltantes”.
“Yo esperaba que la presencia en Moscú eliminase el argumento, hasta válido, del atraso en la entrega de documentos. Existía buena voluntad de leer todo rápidamente. La única explicación que tengo es que el gobierno, al no priorizar en la agenda bilateral la cuestión carnes, dejado siempre como último ítem de la pauta, señalizó  erradamente el interés de Brasil en una solución para el embargo”, afirmó él.

En la delegación brasilera las versiones eran desencontradas. Un negociador dice que los rusos hicieron  “vagas promesas” sobre el fin del embargo. Otro afirmó que eso está cerrado, y solo no ocurre ahora  “por  cuestiones burocráticas propias de los rusos”.En verdad, Rusia puede estar desmotivada. Y una de las razones parece envolver al trigo. Moscú ha insistido en obtener una cuota para exportar con tarifa cero, en lugar del 10% cobrado a los países fuera del Mercosur. Como Brasil es miembro de  la OMC, la cuota tendría que ser abierta para todos los socios. Pero Rusia es competitiva, a pesar de que la distancia encarece los fletes, por ejemplo.
Ocurre que esa tentativa de negociación se enfrió por el lado ruso. Por razones climáticas, Rusia perdió cerca del 20% de su actual zafra de trigo y llegó a analizar restringir las exportaciones. Por otro lado, hay resistencia a la negociación. Los argentinos, grandes vendedores de trigo, también reclaman.

En Moscú, lo que sorprendió más, en verdad, fueron los tropiezos de la presidente Dilma en relación al tema de la carne. En una reunión con empresarios brasileros, ella llegó a preguntar porque la carne era tan preponderante  en la agenda bilateral. Notó que, cuando abordó el tema en la primera conversación con el primer ministro Dimitri Medvedev, el traductor rió. Cuando el propio Medvedev oyó la versión rusa, rió también.
Después, en una entrevista, se equivocó de forma dolorosa, insistiendo que el embargo ruso es apenas sobre la carne suina, y en verdad vale para todas las carnes de Paraná, Mato Grosso y Río Grande del Sur.
La presidente, en todo caso, criticó al Ministerio de Agricultura, por el anuncio hecho real de dos semanas atrás de que el embargo ruso había acabado y que sorprendió a Moscú. Al final, los negociadores rusos son conocidos por las ambigüedades, que pueden significar todo y lo contrario.

Informe de diario “Valor”