Para Jaio Brea Saravia el mercado de haciendas
está sumamente firme y demandado, y la causa para ello, entiende, es la poca
oferta de ganado gordo y de reposición. Según lo afirmado por el consignatario
en un reportaje para Hora del Campo, hay disparidad en los valores, y los US$
3,70 por kilo de novillo en segunda balanza informado como referencia de
punta, es superado en algunos casos
puntuales de negocios concretados. Dijo Brea, que en la zona de Santa Clara de
Olimar, en el límite de los departamentos de Treinta y Tres y Cerro Largo,
donde está radicado el escritorio, se
han cargado novillos pesados, de 530 - 540 kilos, pero no bien terminados, los
que se han colocado a US$ 3,68. En vacas
de esa zona, pesadas y gordas generales ( especiales no existen hoy), los valores logrados se han ubicado
entre US$ 3,40 a US$ 3,43. Dijo el
operador que su firma logró vender a US$ 3,73 una novillada del sur, con poco
flete, y estos sí especiales, ganados que es muy difícil encontrar en la zona
netamente ganadera. Dijo que estos valores, además de obtenerlos por la calidad
de la hacienda, son posibles de lograr al sur donde en el valor de los fletes
no incide tanto. Ejemplificó que para un ganado de su zona hay un costo de 10
centavos de dólar por kilo en carcasa.
Jaio Brea
sostuvo que llama la atención que la faena se mantenga debido a que en forma
generalizada los distintos
consignatarios de todo el país perciben un mercado desabastecido, por lo que
entienden que son los ganados de feedlot de la propia industria los que arman
buena parte de las faenas. Los números
de buena parte de los feedlots fueron rojos el año pasado, dijo, y agregó
conocer tres o cuatros grupos que tenían corrales el año pasado, y que este año
no se han animado a encerrar, lo están analizando. Para el consignatario, el
negocio del feedlot de la industria es diferente ya que manejan otros costos, y
otros valores a la hora de vender su ganado. Hay menos ganados en corrales de particulares,
y más de la industria, lo que- según entiende- no le hace bien al mercado.
Para el
operador ganadero, existe desconfianza en la cadena, incluyendo a
consignatarios. Los ganaderos han buscado otras alternativas, como vender
ganados para los encierres en lugar de terminarlos. Según Brea, al principio fue
muy bueno, pero cuando la mayoría de las ventas comenzaron a hacerse para
corrales de la industria, la realidad cambió. Dijo que hoy "hay un embudo hacia
la industria" que concentra la
compra de los ganados gordos y la mayoría de los ganados para terminar en
confinamientos, lo que no le hace bien al mercado.
Jaio
Brea reflexionó acerca de los planes
promovidos por algunos grupos industriales que ofrecen servicios a los
productores tratando de mejorar y estrechar la relación entre las partes. Dijo
que ello es bienvenido y positivo, pero que no hay que perder de vista lo
medular, ello es que al productor le
paguen bien por sus haciendas.
Sobre el
posible mercado a futuro para el novillo en nuestro país, afirmó que gente
mucho más capacitada en este tema, le ha hecho entender que sería una muy buena
herramienta, pero entiende que actualmente no están dadas las condiciones para
que se haga efectivo, por lo que habrá que seguir trabajando para consolidarlo.
La venta de
la reposición ha cambiado mucho afortunadamente, entiende el consignatario.
Antes había que vender machos para facturar, mientras que hoy todo sirve. Puso
como ejemplo los negocios de recría de vaquillonas que funcionan bien y dijo
que quien tiene ganado en el campo, sabe que puede comercializar cualquier
categoría y en cualquier momento.