Resultados
preliminares de los Diagnósticos de Preñez en Vacunos y Ovinos.
Dres.
Pablo A. Marinho, Victor Soria y Sergio Rodríguez (Veterinarios Asociados Melo
SRL).
Al empezar a analizar los datos recabados durante la
zafra que ya está terminando, nos encontramos con la sorpresa de que a pesar de
estar corriendo un año excepcional en todos los sentidos, la preñez final de
nuestras vacas no tendrá un resultado tan taquillero como esperábamos.
De 27.771
vientres diagnosticados hasta la fecha, tenemos una preñez total de 82,46 %.
La relación de categorías está muy acorde con lo que
ocurre en un predio comercial promedio, donde tenemos 8.330 (30,06 %)
vaquillonas, 2.442 (8,81 %) vacas solteras y 16.939 vacas con cría (61,13 %).
La preñez no es mala, pero esperábamos algo más
cercano al 85 o 90 %, donde la performance de las vaquillonas mejoró muchísimo
comparada con otros años anteriores. Se llegó a un 88,16 % de preñez y con
muchos vientres servidos a los dos años, donde también encontramos servicios de
15 y 18 meses (estas últimas son las nacidas en otoño) y muy pocas vaquillonas
con tres años.
Veníamos con porcentajes para esta categoría por
debajo de lo aceptable en años anteriores, entre 70 y 75 %. Está claro que la nutrición
es clave en la preparación de la reposición. Un buen comienzo desde el primer
invierno permite que las vaquillonas de dos años lleguen en un 90 % a peso y
condiciones de servicio. Ni que hablar en los
predios que sirven sus vientres tempranamente a los 15 o 18 meses.
Muy similar fue el resultado de una categoría “casi
en extinción”, por suerte, pues esto habla que la cría está evolucionando a la
eficiencia reproductiva, la vaca soltera, aquella que falló el año anterior.
Hoy esa categoría está siendo engordada y embarcada, seleccionando de esta
forma por fertilidad en nuestros rodeos. Obtuvo un 87,89 %.
Las vacas con cría presentaron un 78,88 % de preñez,
donde no se observaron grandes diferencias entre los vientres destetados
precozmente, entablillados por doce días (destete temporario) o con destete
tradicional como en años normales.
Esto ocurre en años muy buenos donde las vacas están
en buen estado, lo cual facilita la
preñez y permite producir leche como para que los terneros se
desarrollen muy bien. Este año se vieron terneradas con 30 kgs, o más, de peso
vivo arriba de lo normal.
Eso sí, si bien en líneas generales, logramos
acomodar la cola de preñez y por lo tanto también la de parición del año pasado
(uno de los probables motivos de no haber llegado al 85 o 90 %), los lotes destetados
precozmente, tempranamente o que tuvieron un destete temporario, presentaron
índices de preñez y cabeza de preñez (preñeces
tempranas) más elevados.
De esta manera se facilita el manejo del servicio al
año siguiente pues les da más tiempo a los vientres para recuperarse y comenzar a ciclar.
Está comprobado que los vientres que son destetados
precoz o tempranamente tienen un plus productivo pues sufren un menor desgaste
metabólico (lactancias más cortas), logran mayor cantidad de terneros en su vida
útil y las terneradas son más parejas.
Queda por delante la parición y la crianza para
lograr el segundo paso de la cadena que es el porcentaje de procreo (terneros
destetados sobre vientres servidos), aquí manejo y sanidad son claves.
En cuanto a los ovinos, si bien la zafra está recién
comenzando, ya podemos intuir que va a ser buena en cuanto a preñez, pero no
tan buena como el año pasado en lo que a preñeces múltiples (mellizos,
trillizos) se refiere. Sin embargo será otro año de muchos corderos.
De 9.784
vientres ecografiados a la fecha, 84,00 % son ovejas, 13,33 % son borregas y 2,67
% son corderas. La preñez total es de un 91,48
%, donde las corderas están con un 40,23 %, las borregas 89,34 % y las
ovejas con 93,44 %.
La cantidad de corderos esperados para los 9.784
vientres es de 10.222, lo que nos indica un 104,48 % de prolificidad y un 12,85
% de preñeces múltiples (mellizos/trillizos), dato que sospechamos bajará levemente
pues se comenzó haciendo ecos en majadas tratadas hormonalmente para sincronizar
celos (de inseminación).
A medida que vayan ingresando los lotes sin
tratamiento hormonal es de esperar un descenso en la carga fetal pero no así en
la preñez global.