Una realidad diferente a la de años anteriores vive la región. Ahora la agricultura pierde fuerza y se estima que el área de trigo sembrado por los grandes grupos agrÃcolas podrÃa caer hasta un 50 % en comparación con la zafra pasada .Se abandonaron entre 6 y 7 mil hectáreas en la región.
La actual siembra del grano finalizó y se hicieron muchas resiembras por los excesos de lluvias que se registraron a fines de mayo.
También se sembró mucho “puente verde” en vez de trigo, se implantó avena, raigras y trigo sin fines comerciales, solo como una herramienta para dar sustentabilidad al sistema antes del cultivo de verano. Estas forrajeras tampoco se aprovechan en el pastoreo con vacunos, pues el pisoteo perjudica y encarece el laboreo agrÃcola.
La zafra pasada fue mala para la soja. Los rendimientos se vieron afectados por el clima aquà en el noreste, y unas 40 mil hectáreas que son sembradas por los grupos agrÃcolas presentaron resultados insatisfactorios. Se podrÃa decir que las chacras de primera rindieron en el eje de los 1500 a 1600 kgs por hectárea, mientras que las de siembra de segunda en torno a los 1000 kgs.
Esta realidad influyó en las rentas agrÃcolas. Existe mayor cautela para concretar operaciones. No se renovaron algunos contratos en campos en que las rentas no acompañaban la expectativa de rendimiento de las empresas y en aquellos que logÃsticamente no estaban bien ubicados.
La negociación por nuevas rentas ha caÃdo entre un 10 y 20 % en kilos de soja.
La modalidad en el negocio de alquiler no ha cambiado, se continua pagando un adelanto en dolares contra la entrega del campo, y se liquida por los kilos de soja pactados al finalizar la campaña con el promedio de mayo de la soja en Nueva Palmira.
El maÃz se comportó en forma irregular. En las zonas donde llovió se alcanzaron rendimientos en torno a los 6000 kgs, mientras que donde la sequÃa fue severa, apenas se superaron los 3.000 kgs por hectárea.Para este cultivo, en el litoral sur se registraron situaciones más duras, donde incluso se utilizó el maÃz para forraje.
De la zafra de maÃz producida en la región, se comercializó un 20 % en la zona, y el resto se vendió para el este y sur logrando en general un valor por encima de los U$ 220 por tonelada.
Para el sorgo fue un buen año. Aquà en el noreste las chacras rindieron en torno a los 4000 kgs por hectárea. La demanda fue muy sostenida por el producto, el que se comercializó en su totalidad en la región logrando muy buenos valores. Esta zafra se pagó arriba de los U$ 200 la tonelada mientras que en la anterior se habÃa comercializado entre U$ 75 Y U$ 80.
En cuanto a temas sanitarios no existen afortunadamente grandes problemas con los cultivos. La soja tuvo una zafra tranquila y el trigo viene bien.
En resumen, se podrÃa concluir que es notorio existirá una perdida del área destinada a ala agricultura en esta región, y que las empresas afinarán los números buscando mejores resultados en los campos de mayor potencial.
Argentina: la zafra fue excelente en la zona núcleo, la de los mejores suelos. Allà se hace agricultura con siembra directa desde el año 79, y en esta zafra los rendimientos explotaron. Por ejemplo en la zona de Venado Tuerto, en la provincia de Santa Fe, existieron chacras de maÃz de 15.000 kgs (lo normal son 13.000 kgs), hubieron sojas de primera de 5.500 kgs (normal 4.500 a 5.000 kgs), y trigos de 7.000 kgs (lo habitual son 5.000 a 6.000 kgs).