lunes, 22 de septiembre de 2014

Las organizaciones empresariales se expresan públicamente en Melo

ENCUENTRO NACIONAL DE ASOCIACIONES, CÁMARAS Y CENTROS COMERCIALES 2014

La Posta del Chuy – Melo
20 de setiembre de 2014

Manifiesto
Las Organizaciones Empresariales reunidas informan a la opinión pública:


La riqueza de los países se mide a través de la prosperidad de sus empresas privadas, que son el motor de toda economía.

En el Uruguay, el 98 % de las mismas son pequeñas y medianas empresas, que para lograr su prosperidad, requieren de un entorno estable, con reglas de juego claras, y en lo posible previsibles.

Ya el propio dinamismo del funcionamiento del mercado nacional, regional y mundial, otorgan un grado de incertidumbre suficiente al empresario, configurando un reto permanente en el desarrollo de sus actividades.

El sector comercio y servicios representa el 59% del PBI y aporta en mano de obra un 57% del total de ocupados en la economía uruguaya.

En los últimos años, como sector hemos enfrentado nuevos escenarios que han implicado un gran desafío para la actividad económica del sector.

Desde el punto de vista legislativo: temas laborales como la Ley de Negociación Colectiva, a la que hemos impugnado ante la O.I.T y quien nos ha asistido en la razón, conminando al Gobierno a realizar las modificaciones de acuerdo a las observaciones realizadas por el Comité de Normas y Libertad Sindical de la mencionada organización.

Hemos hecho una férrea oposición a la a ley de responsabilidad empresarial penal, para la cual los aportes del sector empresarial fueron desestimados.

Estamos analizando con expertos la posibilidad de presentar el recurso de inconstitucionalidad a la ley de inclusión financiera.

Hemos notado una finalidad en desvirtuar el derecho al ejercicio de dirección de las empresas a través de estas leyes.

Han sido constantes nuestros planteamientos a la baja del gasto público y la preocupación del déficit fiscal que actualmente se ubica en el entorno de los 2.000 mil millones de dólares.

La transparencia en la gestión de las Empresas Públicas, así como en las subsidiarias, han sido motivo de preocupación, en el entendido de la falta de control parlamentario, generando déficit extra presupuestal en estas sociedades.

Los monopolios estatales y su gestión política proyectando candidatos a cargos electivos, desvirtúan los principios básicos de gestión ética que reclamamos en los directores de las empresas públicas.

La educación también ha sido motivo de suma preocupación. Las Cámaras Empresariales de forma proactiva han recurrido a los principales especialistas en la materia solicitándoles un trabajo que hemos enviado a todos los candidatos presidenciables con propuestas concretas de cambio y mejora del sistema educativo.

Frente al futuro incierto y de real desaceleración económica tanto a nivel local como regional, entendemos que el costo empresarial deberá ser cauteloso en aquellos aspectos controlables a nivel interno de las empresas, y respecto a las variables exógenas, sobre las cuales el empresario no tiene control, que tengan el mismo comportamiento.

Las negociaciones a nivel de los consejos de salarios que determinan crecimiento de salarios reales por guarismos importantes y no atados a conceptos de productividad de los sectores, no podrán ser mantenidos indefinidamente.
Creemos que la mejor manera de defender la fuente del trabajo es la que está ajustada a lograr la sustentabilidad de las empresas.
Las nuevas teorías planteadas respecto a definir ajustes de salarios por cadena de producción, no hacen otra cosa que alejarlas de dicha realidad.
A su vez reclamamos que el Gobierno debe laudar si no hay acuerdos, no condenando a los empresarios a ajustes retroactivos.
Hacemos llegar desde acá nuestro reclamo a que los Consejos de Salarios sean instancias regionales, sino departamentales, contemplando las diferentes realidades socio-económicas del país.

Las gremiales empresariales debemos de jugar un rol de liderazgo con voz firme para defender todos estos principios que hacen a la competitividad de las empresas y por lo tanto a su permanencia en el tiempo.

Como sector privado, generadores de riqueza y de valores en nuestros colaboradores, sentimos la imperiosa necesidad de encontrar en nuestras gremiales sectoriales, ese efecto multiplicador y de círculo virtuoso que deberemos comunicar a toda nuestra sociedad.

Es momento que todos entiendan que el rol del empresario no es otro que el de un trabajador que toma riesgos, apuesta a generar empleo y riqueza, y contribuye al mejor funcionamiento de la sociedad.